El ABC del cuidado al planeta empieza cuando nos hacemos cargo de los residuos originados en casa.
Separar en nuestra casa es el puntapié para cuidar al medio ambiente.
Por un lado van los reciclables (plástico, vidrio, metal, etc) y, por el otro, los residuos orgánicos.
Los orgánicos no son basura, son biodegradables. Son los residuos de origen animal y vegetal:
-Cáscara de huevo
-Restos de verduras, frutas y hortalizas
-Restos de jardinería; hojas, ramas, etc
-Desechos de animales tales como huesos, espinas, plumas o excrementos
-Lácteos
-Granos
-Pan
-Filtros de café
Compostamos, también, para luchar contra el cambio climático
El compostaje es un proceso mediante el cual se transforma la materia orgánica para la obtención de compost, que no es otra cosa que un tipo de abono natural para la tierra y los suelos destinados al cultivo y la agricultura en general.
Este proceso lo podemos hacer en casa, sin necesidad de emplear ningún artefacto o suplemento químico. Se estima que de cada 100 kg de basura orgánica que se produce en nuestro hogar se obtienen 30 kg de compost.
Además, debemos saber que hacer compost en casa es una fórmula a través de la cual podemos combatir el cambio climático.
Al reciclar los residuos domésticos estamos disminuyendo nuestra huella de carbono y los gases de efecto invernadero, al mismo tiempo que creamos un producto 100% orgánico.
Los residuos que generamos a diario en nuestros hogares contienen al menos un 40% de materia orgánica. Por esto es que pueden ser reciclados para que retornen a la tierra en forma de humus y favorezcan los cultivos y las plantas en general.