Arde Corrientes ‘gracias’ a la inexistente gestión de un Estado perverso
«Mientras se nos quemaba el rancho escuchábamos llorar a los carpinchos que habían quedado atrapados «: José Vizcaychipi emprendedor del pasaje Galarza.
Mientras se calcina la provincia mesopotamica,
el fuego quema vivos a miles de animales que habitan en la región de Esteros del Iberá, Paraje Galarza e Ituzaingó.
Las imágenes de estos animales intentando huir de los incendios se viralizaron en las redes. La más conmovedora es la de un grupo de yacarés, que están en peligro de extinción, escapando junto a sus crías.
Lo desgarrador de esta enorme tragedia es que se podría haber evitado. Luis Martínez, ambientalista correntino señaló que desde 2019, con la aparición de focos de incendio, no se tomaron las medidas correspondientes para controlara la situación. Detalló que pidieron informes respecto a la capacitación de brigadistas en la provincia para afrontar incendios, pero nunca tuvieron una devolución del Gobierno provincial. Vemos con pavor, en diversos reportajes, que el equipamiento de Bomberos de la zona no baja de los 30 años de antigüedad.
Ya ardieron pastizales, bosques, palmares, humedales bajo estrés hídrico, incluso plantaciones forestales e infraestructura rural.
Especialistas señalan que el daño al ecosistema es enorme.
El ambientalista Martinez explicó que la vegetación existente en la provincia data de aproximadamente 90 años atrás, y que la restauración de estos ecosistemas podría tardar entre 20 a 30 años y todo estará supeditado a las condiciones climáticas.
Las causas se explican por la prolongación del fenómeno climático de La Niña, que desde el 2021 extiende una sequía de lluvias que ha provocada también la bajante histórica del Paraná. Y se suma la falta de previsión de funcionarios, tantos locales como nacionales.
Argentina tiene que hacer, urgente, un profundo recambio de la clase política. Antes que sea más tarde y no quede nada de nada.