Luciano Olivera, de 16 años, fue asesinado de un tiro en el pecho por un policía en Miramar. El chico volvía de jugar al fútbol e iba de regreso a su casa en su moto cuando se topó con un control policial, ubicado sobre avenida 9 entre las calles 32 y 34.
De acuerdo al testimonio de los amigos de la víctima, los agentes intentaron identificarlo. Uno de los puntos que se investiga es qué sucedió en ese momento. Si el chico intentó evitar ese control o hubo otro tipo de situación.
Todo ocurrió durante la madrugada del viernes, cerca de las tres de la mañana.
En ese momento, según la versión de los amigos, empezó una persecución y terminó con el joven asesinado de un disparo en el pecho. Existe un video, no dura más de 15 segundos, pero se convirtió en una pieza fundamental para la investigación del asesinato. En la oscuridad de la noche, se visualizan las sirenas de los patrulleros detenidos y se escuchan gritos. De repente, una detonación. Y el ruido ensordecedor del arma deja todo el resto en silencio. «¿Qué? ¿Le dieron un tacazo?», dice desesperado quien filmaba con la cámara de su celular mientras intentaba acercarse para ver lo que había sucedido.
Al estar involucrado el miembro de una fuerza de seguridad, en este caso de la Bonaerense, otra será la encargada de las pericias y la investigación. Por disposición de la fiscal Ana María Caro, del departamento judicial de Mar del Plata, esas tareas quedaron a cargo de la Policía Federal.
Fuente: Clarín
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