Comisarías Cercanas junio 23: Puesta en escena, cinismo de los funcionarios, paupérrimos resultados de gestión

El jueves 1 de junio se hizo la sexta reunión de Comisarías Cercanas de Comuna 3. Esta es una herramienta creada para la vinculación entre ciudadanos y funcionarios policiales, de gobierno y de justicia de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Desde la pandemia, el evento se efectúa en la plataforma zoom , a pesar de los reclamos de vecinos sobre la necesaria vuelta al formato presencial, el Gobierno de la Ciudad se encaprichó en seguir a través de la pantalla. Cómo si las denuncias, solicitudes y demandas por la falta de respuestas fueran menos contundentes en la virtualidad.

La seguridad de la Comuna 3 tiene dos ejes complejos que no hay señales de que resuelvan, por el contrario empeoran. La distribución de drogas y la toma del espacio público (por una asociación ilícita que utiliza manteros), están perjudicando la vida de los contribuyentes. Estas actividades atentan contra la salud y contra la seguridad de los vecinos. Y a pesar de los sucesivos hechos graves, con gran repercusión en los medios, se evidencia la inexistente decisión política del ejecutivo porteño al respecto.

El Jefe de Gobierno hace más de un año que está en modo campaña como precandidato presidencial mientras le da la espalda a todo lo que sucede en una ciudad que día a día se convierte en un retazo del conurbano. El resto de los funcionarios porteños, haciéndose eco de la actitud del jefe, tomaron el mismo camino. Solo participan de los eventos planificados, a modo de actores o figurantes, se sacan la foto, publican en redes. Un ejercicio de marketing que nada tiene que ver con la gestión de un gobierno. Parece que el plan es tirar así hasta diciembre, total todos cobran su sueldo.

Mientras tanto, en la Comuna 3, se mantiene el descontrol en las calles. La basura acumulada; los contenedores malolientes; el olor a orina humana en el espacio público; la docena de ranchadas de cartoneros, de personas en situación de calle; los corredores de vendedores de drogas y las más de diez manzanas ocupadas por manteros.

Del gran descontrol que genera la falta de políticas toman ventaja las mafias y los funcionarios corruptos que se asocian a ellas.

A esta altura, en Balvanera los organismo de control (Policía e inspectores de espacio público) parecería que adoptaron una actitud complaciente con la irregularidad, la contravención y el delito. En Once vemos la figura impasiva del policía y del inspector al lado del mantero y del dealer. Los vecinos suelen preguntarse con impotencia si los están cuidando para que hagan mejor su tarea fuera de la ley. El caso de la Policía en la zona de Once comercial (comisarías 3A y 3C) tomada por el Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) raya lo bizarro. Con total «normalidad» los vecinos ven uniformados intercambiando con los manteros de los puestos sin habilitación.  A diario hay policías comiendo sándwiches de salame, conversando animadamente al lado de los carros de jugos, tomando el desayuno en uno de ellos. Se han hecho numerosas denuncias a la oficina de Transparencia del Ministerio de Justicia y Seguridad de CABA e incluso se le han comunicado los hechos a funcionarios del organismo. Lo más grave de esto es que el actual Comisario Inspector a cargo de la Comuna 3, a quien también se le ha informado sobre la gravedad de la situación, ha decidido minimizar lo denunciado en unos casos y ofenderse con los contribuyentes en otros. Un gesto que confirmaría, en cierto modo, la connivencia de parte de la policía con las mafias. La negación y la complicidad suelen ser primas hermanas.

La recaudación de la venta de mercadería de contrabando es millonaria (todo en negro, cero impuestos). La de la coima que permite usurpar veredas con fines comerciales igual de opulenta.

Dejando al margen las cerca de siete mil de mantas con textiles «protegidas» por el acuerdo político-económico del Gobierno de la Ciudad con Grabois -en el que están los senegaleses con marcas apócrifas y los manteros peruanos alineados en Vendedores Ambulantes Independientes de Once (VAIO)- en la zona de Once comercial hay: 8 puestos de jugos exprimidos; 10 puestos de sandwiches de salame; 6 puestos de tortillas con parrilla a gas o carbón; 20 puestos de frutas y verduras; 10 puestos de panes; 8 puestos de viandas de comida étnica (peruana y boliviana); 10 puestos de desayunos; entre otros que van surgiendo. El número de la población mantera va en franco aumento.

Si bien hay más, en este acotado relevamiento y, según fuentes (en muchos casos los mismos vendedores que hacen la changa en los improvisados stands) para poder utilizar el espacio público sin que la policía le secuestre la mercadería de las categorías alimentarias antes descriptas, estarían pagando entre $5000 y $10.000 por día. Una cuenta rápida nos da una cifra tan poco despreciable que quiza sea la única razón de la falta de actuación policial. En el caso de los manteros de alimentos, los auxiliares de la justicia serian señalados como los únicos recaudadores.

En tiempos electorales de junio 2023, todo lo ilegal es posible en «Larretalandia» siempre que se pague el retorno establecido. Los funcionarios aludidos negaran absolutamente todo con brillante cinismo.

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