“Se dejó ver varias veces en Radio Studio Dance un boliche ubicado en O’Brien al 1200 del barrio de Constitución sentado en la mesa VIP con los dueños del lugar bebiendo champan con una joven a quien presentó como su novia.”
El jefe policial Julio Aurelio Díaz llegó al cargo cuatro meses atrás. Según cuentan los vecinos, desde el inicio se manejó con reticencia en la vinculación con los vecinos, algo que sorprendió a una comunidad acostumbrada a tener relación casi diaria con los jefes de la comisaría. Una anécdota que compartieron describe esta actitud del policía. Los vecinos y vecinas representativos integraban un grupo de WhatsApp con el anterior jefe y los subcomisarios en el que vertían información útil para la tarea preventiva. Este método se replica en casi todas las comunas de la ciudad en la acertada política de cercanía con los funcionarios que impulsa el ejecutivo porteño. El comisario aceptó integrar el grupo después de poner resistencia por más de un mes, pero lo hizo con la condición de que lo “coordinara” un vecino que él ingresó y que vive en Versalles, otro barrio. Muy sorprendidos los otros integrantes aceptaron a regañadientes. Este vecino funcionaba como el “patrón de la vereda” en dicho grupo de WhatsApp y les respondía en nombre del comisario; hacía de censor en los temas que vertían y seleccionaba lo que él o el comisario consideraban importante y el resto lo subestimaban. Poco duró este grupo y su actividad porque los vecinos frente al gesto, por demás autoritario, lo hicieron saber en el Ministerio de Justicia y Seguridad que organiza las reuniones de Comisarias cercanas y Foros de Seguridad ciudadana. Desde algún sector la comisaría habría recibido la orden de sacar del grupo al “vecino coordinador” habitante de Versalles y así lo hicieron. Pero no quedó ahí la hostil actitud de Díaz para con la comunidad, cada vez que le pedían reunión los vecinos, el hombre ponía excusas y también evitaba que los subcomisarios a su cargo se vincularan con los vecinos. Muy grave teniendo en cuenta que la situación de seguridad de Constitución es por demás de crítica. Los vecinos y vecinas conviven con narcos, transas y dealers que distribuyen desde casas tomadas ubicadas en gran parte de las manzanas. Hay que tener en cuenta que hay manzanas con 5 o 6 fincas de este tipo. El narcomenudeo en las calles tiene soldados distribuyendo las 24 hs . También existen más de 20 cuevas adonde se reducen celulares robados y varias metaleras que hacen los propios con todo tipo de bronces robados a lo largo y ancho de toda la ciudad. En este contexto el comisario Julio Aurelio Díaz se negó durante cuatro meses a relacionarse con los vecinos y escuchar denuncias, datos y pedidos de ayuda. Por el contrario, el comisario a cargo de la Comisaría 1C se dejó ver varias veces en Radio Studio Dance un boliche ubicado en O’Brien al 1200 del barrio de Constitución sentado en la mesa VIP con los dueños del lugar bebiendo champan con una joven a quien presentó como su novia.
Hace alrededor de una semana los vecinos del barrio se reunieron con el jefe de Gobierno y le comentaron la situación. El martes 10 de mayo por la noche se comunicó de manera interna el pase del comisario Julio Aurelio Díaz a la Comuna 4 y la designación para ocupar ese cargo al comisario Roque Araoz que estaba haciendo lo propio en la vecinal 3B.
La Comisaría Vecinal 1C con jurisdicción en el barrio de Constitución, Comuna 1, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires tiene su sede en Av. San Juan y Av. Entre Ríos
Los Buenos Vecinos BA esperamos que este funcionario no vuelva a ocupar un cargo para el que evidentemente no está preparado. Policía de la Ciudad debería evaluar seriamente a cada uno de los efectivos que pone en los barrios para cuidar la vida de los vecinos y a quienes no estén a la altura gestionarle de inmediato el retiro. La seguridad de todos y todas no puede estar en manos de ineficaces.
Se trata de priorizar la vida de los vecinos y vecinas.